lunes, 24 de noviembre de 2014

Reseña: Brújulas que buscan sonrisas perdidas


   Nunca dejaré de buscar mi archipiélago de sinceridad... ¿Quieres formar parte de él? «Jamás nos mentiremos... Escúchame bien, eso implica algo más que ser sincero... En este mundo mucha gente es falsa... Las mentiras te rodean... Saber que existe un archipiélago de personas que siempre te dirán la verdad vale mucho... Quiero que formes parte de mi archipiélago de sinceridad...» «Saber que puedes confiar en la otra persona, que nunca te mentirá, que siempre te dirá la verdad cuando se lo pidas, no tiene precio... Te hace sentir fuerte, muy poderoso...» «Y es que la verdad mueve mundos... La verdad te hace sentir feliz... La verdad creo que es lo único que importa...»


   No había leído ningún libro de este autor y solamente conocía la serie 'Pulseras Rojas' que me gustó mucho, así que me decidí por este y por supuesto no será el último.

   Este libro cuenta la historia narrada por Ekaitz, el protagonista, sobre su familia y relaciones personales. Cuenta cómo fue su vida antes y después de la muerte de su madre, y la relación de él y de sus hermanos con su padre, el cuál ahora tiene que cuidar porque se lo prometió a su madre antes de morir. La historia de su vida, con su mujer, la historia con sus hermanos.

   El libro va narrando historias pasadas con historias que le pasan al protagonista en ese momento y puede resultar un poco raro porque a veces, cuando te sumerges en una historia que cuenta del pasado, te pierdes en la del presente... pero aún así me ha gustado mucho.

   En el libro podemos encontrar el amor verdadero, venganza, unión y rotura de la familia, temas muy complicados a veces, pero muy reales. El protagonista necesita buscar el perdón y encontrar la felicidad perdida.

A pesar de que he leído muchos comentarios sobre el libro, tanto buenos como malos yo sí lo recomiendo.


CITA: 
'- ¿Has perdido todas las sonrisas? Tengo una en el puño...
   Y me mostraba su puño cerrado.
- Si quieres te la regalo... Abro el puño y la coges al vuelo....
   Y ella abríó el puño y yo sonreía... Era automático...
   Pero yo enseguida dejaba de hacerlo y ella volvía a lacarga.
- Tengo otro puño y en él hay una sonrisa de oreja a oreja... ¿La quieres?
   Y abría nuevamente el puño y yo sonreía de oreja a oreja... Jamás le falló el truco.
   Jamás le faltaban sonrisas en los puños'.



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